Keir Starmer ha anunciado que Reino Unido podría reconocer al Estado palestino en la Asamblea General de la ONU en septiembre, a menos que Israel tome medidas concretas para resolver la crisis humanitaria en Gaza, alcance un alto el fuego, y se comprometa a la solución de dos Estados. Esta decisión busca presionar al Gobierno de Netanyahu, ofreciendo una alternativa condicional al reconocimiento. Aunque otros países, como Francia y España, ya han tomado decisiones firmes en este sentido, la postura británica sigue siendo cautelosa. La situación crítica en Gaza y la presión de 230 parlamentarios han forzado a Starmer a actuar, en un esfuerzo por equilibrar la política exterior británica y presionar a Israel, a pesar de las tensiones dentro de su propio partido. La oposición y organizaciones de derechos humanos demandan acciones más contundentes, como un embargo de armas, mientras Starmer enfatiza la necesidad de un enfoque diplomático y resalta la responsabilidad de Hamás en la crisis.
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