La Guardia Suiza del Vaticano, el ejército en activo más antiguo del mundo, sigue siendo una atracción histórica para jóvenes suizos que buscan una «aventura militar». Fundada en 1506 por Julio II, esta institución emblemática protege las puertas del Vaticano y al papa, una tarea histórica marcada por eventos como el saqueo de Roma en 1527. El cuerpo está compuesto por 124 soldados, quienes deben cumplir requisitos estrictos como ser varones suizos, católicos practicantes y de buena salud. El servicio dura 26 meses, tras los cuales muchos se integran al ejército o la policía suiza. Aunque su misión es estrictamente militar, los guardias disfrutan de una vida social normal en Roma, permitiéndoles relaciones y viajes, aunque el matrimonio es aprobado tras cinco años de servicio. Para muchos, como Danilo, de 22 años, unirse a la Guardia representa una oportunidad única de vivir la historia de cerca y defender al papa, mientras disfrutan de la camaradería de un entorno que describen como una familia.
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