Preparar croquetas perfectas, crujientes por fuera y suaves por dentro, puede ser un desafío en la cocina. Karlos Arguiñano, famoso chef español, comparte un efectivo truco para evitar que se rompan al freírlas: sumergirlas completamente en aceite caliente para asegurar una cocción uniforme. La temperatura del aceite, idealmente entre 170 y 180 grados Celsius, es crucial para evitar que absorban exceso de grasa o se quemen. Un termómetro de cocina puede ser útil, pero también se puede probar lanzando migas de pan al aceite; si burbujean, está listo. Además, escurrir las croquetas en papel absorbente ayuda a mantenerlas menos grasientas, garantizando una experiencia más placentera. La elección de un buen aceite de oliva virgen extra o alto oleico también influye en el resultado final, logrando así croquetas irresistibles.
Leer noticia completa en OK Diario.