Tener una pata de jamón en casa es un deseo común, pero su conservación y corte pueden ser un desafío. Para mantener el jamón fresco como el primer día, es crucial saber cómo conservarlo según su uso. Si planeas consumirlo en 48 horas, protege el corte con grasa blanca del jamón y cúbrelo con film transparente para evitar la oxidación y deshidratación, pero no lo conserves más de dos días para evitar moho. Para periodos más largos, un paño de algodón oscuro es ideal, permitiendo que el jamón respire sin luz directa y manteniéndolo en un lugar fresco y seco. A pesar de no tener fecha de caducidad, es recomendable consumirlo en el primer mes tras abrirse. El moho superficial no es dañino, es parte del proceso de curación y se puede retirar antes de consumir. Además, el jamón puede congelarse, asegurando su consumo a largo plazo si se descongela lentamente.
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