En la jardinería doméstica, aprovechar el agua de cocción de huevos puede ser un recurso invaluable, ya que contiene minerales como calcio, magnesio y potasio, que fortalecen las plantas. Este líquido, al enfriarse y aplicarse correctamente, nutre el suelo y favorece el crecimiento vegetal. Sin embargo, es crucial seguir ciertas recomendaciones, como evitar agua con sal e intentar regar mensualmente, para no dañar el sustrato. Además, las cáscaras trituradas actúan como abono de liberación lenta, enriqueciendo la tierra a medio plazo. Pese a sus beneficios, es importante tener en cuenta las necesidades específicas de cada especie, ya que algunas plantas no toleran el exceso de calcio.
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