El panorama económico global enfrenta desafíos significativos debido a la persistente inflación y a la incertidumbre política internacional, que afectan tanto a mercados emergentes como desarrollados. Según expertos, los bancos centrales continúan ajustando sus políticas monetarias en un intento por controlar el alza de precios, mientras las tensiones geopolíticas añaden presión a la situación económica mundial. En este contexto, se observa una ralentización del crecimiento en varias economías, lo que podría requerir nuevas medidas de estímulo para evitar una recesión prolongada. A pesar de los esfuerzos, persiste la preocupación sobre el impacto de estas variables en el futuro económico a corto y mediano plazo.
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