El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha ordenado al gobierno de Trump facilitar el retorno de Kilmar Abrego García, un salvadoreño deportado por error a una prisión de alta seguridad en El Salvador. La administración estadounidense reconoce que la deportación fue un «error administrativo» y se había resistido a tomar medidas para rectificarlo. A pesar de que una jueza de distrito había ordenado su regreso inmediato, el Supremo intervino, señalando imprecisiones en la orden judicial pero obligando al gobierno a actuar para liberar a García en El Salvador. La situación ha generado indignación, destacándose como un caso emblemático de errores en deportaciones, y subrayando la crítica de jueces del Supremo al manejo del Ejecutivo, que consideran vulnerable a abusos, permitiendo expulsiones injustas sin consecuencias legales. Abrego, que había vivido en Maryland con su familia y no tenía historial delictivo, fue deportado bajo la justificación inusual de la Ley de Enemigos Extranjeros, subrayando las controvertidas políticas migratorias de la administración actual.
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