En el contexto de la intensa campaña electoral en Estados Unidos, California se ha convertido en uno de los estados clave para definir el control del Congreso. La competencia es particularmente feroz, con 22 escaños de la Cámara de Representantes aún en juego y los candidatos intensificando sus esfuerzos en los medios de comunicación. Los distritos más competitivos están experimentando un gasto electoral masivo que, según Open Secrets, alcanza los 1.000 millones de dólares solo para la Cámara Baja. A nivel nacional, los partidos Republicano y Demócrata se enfrentan con posibilidades de intercambiar el control de ambas cámaras. En el Senado, estados como Montana y Texas son escenarios de contiendas críticas, donde candidatos como el demócrata Jon Tester y el republicano Ted Cruz luchan por mantenerse en sus posiciones. Estas elecciones están perfiladas para ser unas de las más caras de la historia reciente, reflejo de la crucial importancia política que tienen para ambos partidos de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
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