Las recientes imágenes capturadas de los Reyes reflejan un marcado sentido de empatía en sus gestos y acciones, contrastando notablemente con un Estado que se percibe vacilante y tembloroso en su manejo de situaciones complejas. Esta dualidad plantea interrogantes sobre la capacidad de la dirigencia política para ofrecer una actuación unificada y coherente, sugiriendo que, ante la incertidumbre, una clara muestra de unidad podría fortalecer la confianza pública y proporcionar estabilidad en momentos críticos.
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