Elon Musk, el visionario detrás de Tesla, ha sostenido que los robots humanoides representarán el «mayor producto de la historia». En una reciente entrevista en X (antes Twitter), Musk detalló el ambicioso plan de Tesla para producir entre 50.000 y 100.000 robots Optimus en 2026, con la intención de escalar esta cifra a un millón en 2027. Esta estrategia subraya el compromiso de Tesla con la revolución de la robótica humanoide, prometiendo transformar industrias y hogares a nivel mundial.
Presentado por primera vez en 2022, el robot Optimus ha visto mejoras significativas en su segunda generación lanzada a finales de 2024. Diseñado para ejecutar tareas físicamente exigentes o repetitivas, Optimus combina inteligencia artificial avanzada con movimientos precisos, permitiéndole adaptarse a distintos entornos y realizar labores que liberan a los humanos de actividades monótonas y peligrosas. Elon Musk visualiza a este robot como el iniciador de una transformación socioeconómica, donde la automatización jugará un papel preponderante en la evolución de múltiples sectores.
El plan de producción de Musk es ambicioso pero, según analistas como John Murphy, alcanzable. Se proyecta que Tesla fabricará 1.000 robots Optimus en 2025, lo que marcará el inicio de su producción masiva. Para el año siguiente, la producción aumentará considerablemente, y para 2027, se estima que alcanzará el millón de unidades. Este crecimiento exponencial se basará en la experiencia de Tesla en la fabricación a gran escala y su capacidad para reducir costos, anticipando una demanda creciente tanto en entornos industriales como domésticos.
Elon Musk prevé un mundo con cinco veces más robots que humanos, proyectando más de 30.000 millones de robots en circulación. Según su visión, estos robots podrían revolucionar el mercado laboral, eliminando la necesidad de trabajo manual repetitivo. En lugar de un ingreso básico universal, Musk postula un «ingreso alto universal», derivado de la mayor productividad y eficiencia que la robótica y la inteligencia artificial podrían ofrecer.
Sin embargo, alcanzar la meta de un millón de robots Optimus en 2027 no estará exento de desafíos. Tesla deberá superar obstáculos tecnológicos, asegurando que la inteligencia y capacidad de movimiento de Optimus continúe afinándose. La escalabilidad de la producción requerirá una infraestructura considerablemente más grande, mientras que el impacto social y ético de una sociedad dominada por robots suscitará debates sobre empleo, riqueza y ética. Además, garantizar la accesibilidad económica de estos robots será crucial para su adopción masiva.
La visión de Elon Musk de robots humanoides integrándose en la vida diaria podría marcar el inicio de una nueva era tecnológica. Si Tesla cumple con sus objetivos, Optimus no solo será un producto destacado, sino también el precursor de una sociedad más automatizada. A medida que el mundo observa este desarrollo, la robótica humanoide se perfila para dejar de ser un sueño de ciencia ficción y convertirse en una parte tangible de la realidad moderna.