Cristiano Ronaldo fue el centro de atención en la final de la Liga de Naciones entre Portugal y España, donde sus lágrimas de felicidad en el banquillo captaron todas las miradas tras el decisivo penalti de Rúben Neves. La victoria, lograda tras un empate 2-2 y un 5-3 en penaltis, marcó el tercer título internacional del legendario jugador portugués, incluyendo una Eurocopa. A sus 40 años, Ronaldo demostró su importancia al anotar el gol del empate que llevó a la prórroga después de que España se adelantase en el marcador. A pesar de ser sustituido por un pinchazo, su presencia sigue siendo vital para Portugal, consolidando su legado en el fútbol mundial. Ronaldo ya había sido clave en la semifinal contra Alemania y continúa deslumbrando a sus seguidores mientras juega en la Liga de Arabia Saudí.
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