Huiyao Wang, presidente del Centro para China y la Globalización, ofrece una perspectiva desde China sobre el equilibrio global y su creciente papel en el escenario mundial. Según Wang, aunque China no busca deliberadamente ser la mayor economía del mundo, el país está bien posicionado para lograrlo en los próximos 10 o 15 años gracias a su infraestructura avanzada y gran clase media. A pesar de su expansión económica, señala que China no posee intenciones imperialistas como las de Estados Unidos y destaca su enfoque en el comercio y la infraestructura, en lugar de la seguridad militar. Wang también sugiere que China podría facilitar diálogo en conflictos internacionales, como en Ucrania y Gaza, y afirma que podría haber beneficios económicos con la presidencia de Donald Trump, dadas sus inclinaciones empresariales. Subraya la necesidad de que la Unión Europea y China aprovechen sus puntos en común para afrontar desafíos globales, aunque advierte que hay incomprensión entre ambos. Wang defiende el modelo chino de meritocracia como un contrapeso a las democracias occidentales, argumentando que el éxito económico es el principal pilar de legitimidad del gobierno chino.
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