El espíritu del punk sigue vivo y robusto, como lo demuestran los conciertos de Bad Religion. A pesar de las críticas sobre la posible pérdida de energía del género, la banda continúa ofreciendo actuaciones vibrantes y enérgicas que reafirman su relevancia en la escena musical actual. Los que dudan del impacto del punk hoy, evidentemente, no han presenciado el poder de su música en directo recientemente.
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