El problema en cuestión afecta a un grupo de neuronas y no es una patología psiquiátrica, como comúnmente se cree. Afortunadamente, siete de cada diez pacientes pueden vivir de manera normal, a pesar de las crisis que este desorden puede provocar. Este enfoque permite un mayor entendimiento y manejo del problema, subrayando su naturaleza física y no psicológica.
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