Con el comienzo de un nuevo año, la búsqueda de hábitos saludables es una constante tras los excesos alimenticios de las festividades navideñas. Oihane Fuertes, especialista en nutrición en el Hospital Quirónsalud Vitoria, propone un enfoque sostenible y equilibrado para retomar una dieta saludable, lejos de las restricciones drásticas.
Fuertes aborda el temor que muchos sienten tras los excesos festivos, recordando que estas comidas representan una fracción mínima del año. «Es importante no alarmarse», afirma. La clave está en recuperar poco a poco los buenos hábitos sin caer en extremismos que puedan resultar contraproducentes.
El regreso a una alimentación balanceada debe ser holístico, integrando la nutrición, la actividad física y el descanso. Fuertes resalta la importancia de escoger una actividad que realmente se disfrute para que se mantenga en el tiempo. En cuanto a la dieta, sugiere reorganizar los platos, colocando en primer plano proteínas y verduras, como un plato con brócoli cocido y filetes de pollo a la plancha.
La especialista alerta sobre el riesgo de las dietas rápidas y restrictivas, las cuales no solo son ineficaces a largo plazo, sino que trastornan la relación con la comida al generar una sensación de privación. Esto lleva a que ciertos alimentos se perciban como recompensas, complicando el mantenimiento de un equilibrio alimenticio.
Planificación se establece como una herramienta esencial para gestionar una dieta equilibrada. Dedicar un día a la semana para organizar el menú y realizar las compras necesarias facilita una alimentación variada, evitando desperdicios. La variedad es crucial para no caer en la monotonía; rotar ingredientes como lentejas, garbanzos o alubias con distintas verduras cada semana es una buena estrategia.
Durante la transición hacia una rutina saludable, Fuertes aconseja priorizar los alimentos que ayudan a controlar el apetito. Las proteínas, siendo el nutriente más saciante, deberían ser centrales en nuestra dieta. Entre las opciones recomendadas están las carnes magras, pescados, huevos y alternativas vegetales como legumbres y frutos secos.
Con estos consejos, el camino hacia una alimentación equilibrada se torna más accesible y sostenible a largo plazo, asegurando que la transición tras las fiestas se convierta en una oportunidad para consolidar un estilo de vida saludable y pleno.