La incursión de drones rusos en el espacio aéreo de Polonia obligó a la OTAN a realizar una respuesta inédita, destacando la importancia de su Policía Aérea. Esta respuesta, pensada más como una misión de paz que bélica, activó aviones listos para defender la seguridad aérea las 24 horas. A pesar de las capacidades militares de Polonia, la intervención de la OTAN envía un claro mensaje de disuasión a Rusia. Con décadas de historia, la Policía Aérea ha evolucionado para enfrentar nuevas amenazas, como los drones, que presentan desafíos de identificación y neutralización. Las soluciones proponen el uso de helicópteros armados y tecnología avanzada, resaltando la necesidad de recursos y cooperación internacional para mantener la seguridad en los cielos europeos.
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