La mina de Aguablanca, ubicada cerca de Monesterio en Badajoz, reiniciará operaciones a finales de 2025 tras más de una década de inactividad. Este yacimiento, el más grande de níquel en Europa, fue considerado estratégico por la Comisión Europea bajo la Critical Raw Material Act. El proyecto, que empleará minería subterránea, está enfocado en sostenibilidad y reutilización de recursos hídricos, aprobado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Se prevé una inversión inicial de 30 millones de euros y la creación de 330 empleos directos. Los minerales extraídos, esenciales para baterías y dispositivos electrónicos, refuerzan la estrategia de la UE en materia de transformación energética.
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