Durante un mes, una misión se encargará de monitorear aeronaves que operen sin un plan de vuelo. Este operativo busca garantizar la seguridad y el cumplimiento de normativas en el espacio aéreo, poniendo especial atención en los movimientos no autorizados de aeronaves. La iniciativa representa un esfuerzo coordinado para identificar y gestionar cualquier actividad irregular que pueda representar un riesgo o infringir las regulaciones actuales.
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