La Casa Blanca está considerando la posibilidad de vender misiles de larga distancia a Kiev mediante un esquema indirecto. Esta estrategia busca fortalecer el apoyo militar a Ucrania sin realizar una transacción directa, lo que podría implicar la participación de terceros países aliados. La medida refleja un esfuerzo por aumentar las capacidades defensivas de Ucrania en medio de tensiones crecientes, mientras se navegan las complejidades diplomáticas de una venta de armamento de este tipo.
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