En medio de crecientes tensiones económicas, asesores y partidarios han instado al presidente Trump a reconsiderar su postura sobre las políticas arancelarias, advirtiendo que podría provocar un «invierno económico nuclear autoinducido». A pesar de las advertencias y las presiones internas, Trump se mantiene firme en su convicción de que los aranceles son la única solución para abordar los problemas económicos del país. La resistencia del presidente a cambiar de rumbo genera preocupación entre los economistas, quienes temen que estas medidas puedan desencadenar efectos negativos de gran envergadura en la economía nacional e internacional.
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