El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha sancionado a colaboradores de la red criminal de los hijos del Chapo Guzmán, implicados en operaciones de lavado de dinero mediante lujosos negocios en México. La investigación revela cómo parejas, influencers y empresarios, vinculados a entidades como el Partido Verde, utilizan negocios de placer prohibitivo para esconder transacciones ilegales, explotando la prosperidad aparente en destinos turísticos como Mazatlán. Con más de 175,000 integrantes, el narcotráfico sigue siendo uno de los mayores empleadores de México, superando a compañías legales, y aunque se desmantelan operaciones, las estructuras ilícitas se regeneran. La colaboración entre EE.UU. y México busca desarticular estas redes a través del seguimiento financiero, pero la complejidad de estas tramas plantea desafíos continuos.
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