Colombia vuelve su mirada hacia el Amazonas debido a tensiones diplomáticas con Perú y la Cumbre de Presidentes Amazónicos. La región enfrenta serios desafíos debido al dominio de mafias armadas, particularmente en la triple frontera con Perú y Ecuador, creando un «estado paralelo». Este problema, exacerbado por la creciente demanda global de cocaína y el alza en los precios del oro, es parte de la agenda de seguridad de la cumbre de la OTCA. Los líderes amazónicos, incluidas comunidades indígenas, están discutiendo estrategias para abordar la situación, mientras se debaten posturas sobre la explotación de hidrocarburos, generando tensiones entre los gobiernos de Colombia y Brasil. Se destaca la necesidad de un compromiso ambiental y la creación de un mecanismo de participación para los pueblos indígenas, antes de la firma de una renovada Declaración de Belém.
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