En la imagen evocada, un macho dominante celebra su victoria primitiva, reminiscentes de la famosa escena de Kubrick, en la que un hueso lanzado al aire se transforma metafóricamente en un cohete de Elon Musk. La narrativa critica cómo la acumulación de riqueza y poder en figuras como Musk y Donald Trump simboliza una regresión en la evolución humana, un retorno a instintos primarios que ignoran siglos de desarrollo cultural y filosófico. En esta perspectiva, se lamenta la pérdida del legado humanista forjado por figuras históricas como Platón, Sócrates y Cristo, sugiriendo que el éxito de estos individuos actuales representa un retroceso en la «dura escala» que ha llevado a la humanidad hacia el entendimiento y el intelecto, dejando fuera a autores y corrientes fundamentales.
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