En el marco del Encuentro de Academias Hispanoamericanas de la Historia celebrado en Trujillo, el rey Felipe VI instó a abordar las discrepancias entre España y América con «franqueza» y «respeto», enfatizando una historia compartida que ha generado tanto logros como conflictos. En su discurso, sin mencionar explícitamente las tensiones actuales con México, el monarca destacó la importancia de concentrarse en el presente para enfrentar los desafíos globales, subrayando los lazos económicos recientes y una identidad cultural común que abarca 600 millones de hablantes. Aludiendo a figuras históricas como Inca Garcilaso y la Constitución de 1812, Felipe VI resaltó la profunda conexión cultural y económica entre ambas regiones, llamando a una cooperación basada en la amistad y el entendimiento mutuo, en un gesto que enfatiza la unidad en la diversidad de la comunidad iberoamericana.
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