En un ambiente de elegancia y expectación, el Hotel Wellington de la capital española fue escenario de un evento que reunió a destacados personajes del ámbito social y cultural. La ocasión fue la presentación de la obra «Guía para Vivir Sanos 120 Años», escrita por el prestigioso cardiólogo Dr. Manuel de la Peña. La jornada se vio realzada por la presencia de María Teresa Fernández de la Vega, quien sorprendentemente captó la atención no solo por su estatus público, sino por un rejuvenecido aspecto que desafiaba su real edad de 75 años.
Fernández de la Vega, reconocida por su rol como exvicepresidenta del Gobierno de España y actual presidenta de la Fundación Mujeres por África, generó admiración entre los asistentes al mostrar un aire juvenil que parecía detener el tiempo, luciendo dos décadas más joven. Durante la ceremonia, compartió también su interés en los temas de longevidad y vida saludable, elementos centrales del libro del Dr. de la Peña.
El evento congregó a un selecto grupo de asistentes, incluyendo al exlíder político Albert Rivera, el famoso torero Ortega Cano y el conocido cineasta Santiago Segura. Todos ellos, cautivados por la promesa de una vida prolífica, escucharon atentamente mientras De la Peña desplegaba su conocimiento sobre cómo irrumpir en el camino de la longevidad mediante hábitos simples pero efectivos como una buena alimentación, la práctica regular de ejercicio, y el poder revitalizante de la música y el humor.
La obra del Dr. de la Peña, que rápidamente ha escalado a las listas de éxitos editoriales, ofrece más que un manual de salud; es un tratado inspirador que toma como ejemplo a supercentenarios que han superado adversidades médicas considerables. En este libro, De la Peña busca sembrar una nueva perspectiva hacia la longevidad, donde el bienestar no depende solo de la carga genética, sino principalmente de decisiones saludables cotidianas.
Dedicado a aquellos que han sido una fuente de inspiración en su vida, este volumen es para De la Peña un homenaje a la amistad y al conocimiento compartido. La presentación se cerró con un mensaje claro y resonante para todas las figuras presentes: la longevidad no solo es un destino, sino un camino de elecciones conscientes, reforzado por la ciencia y motivado por la esperanza de vivir cada día con plenitud.