La Fiscalía de Jalisco ha acusado a Los Alegres del Barranco por apología del delito tras proyectar imágenes de conocidos capos del narcotráfico durante un concierto en marzo. La banda y su equipo enfrentan un proceso legal, habiendo sido obligados a pagar una fianza y restringidos de salir del estado. A pesar de esta situación, el grupo continúa actuando, incluso interpretando instrumentalmente canciones controvertidas en sus presentaciones, lo que ha llevado a la apertura de nuevas investigaciones. La polémica mantiene dividida a la opinión pública sobre el género de los narcocorridos, planteando debates sobre la influencia cultural y la censura.
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