La Unión Europea (UE) se posiciona como un actor crucial en la regulación del ámbito tecnológico, influenciando a millones de usuarios a nivel mundial. Con el inicio de un nuevo mandato en esta institución, los legisladores recién electos están trazando el camino de sus prioridades para el futuro cercano. En este contexto, la Electronic Frontier Foundation (EFF) ha entregado sus recomendaciones para una agenda tecnológica que pone énfasis en los derechos fundamentales, el empoderamiento de los usuarios y la promoción de una competencia equitativa.
Este conjunto de recomendaciones guiará los esfuerzos de la EFF en la UE durante los próximos cinco años, con un enfoque en garantizar que la tecnología sirva como un pilar de la libertad, la justicia y la innovación para todas las personas. Las directrices propostas abordan cuestiones esenciales como la responsabilidad de las plataformas de redes sociales, la competencia y la interoperabilidad, la protección del consumidor, la privacidad y la vigilancia, y la regulación de la inteligencia artificial (IA).
Entre las recomendaciones más destacadas, la EFF enfatiza la urgente necesidad de que la UE supervise la implementación efectiva de normas como la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Libertad de los Medios de Comunicación Europeos. La prioridad es asegurar la salvaguarda de los derechos fundamentales de los usuarios tanto dentro de la región como a nivel global. Además, insta a la creación de mercados digitales que promuevan la elección, la innovación y los derechos fundamentales, cumpliendo con rigor las disposiciones pro-usuario de la Ley de Mercados Digitales, favoreciendo la libertad de las tiendas de aplicaciones y la interoperabilidad, y enfrentando los monopolios en el ámbito de la IA.
La EFF también subraya la importancia de adoptar un enfoque centrado en la privacidad para mitigar daños en línea, combatiendo prácticas como la publicidad dirigida y el diseño engañoso. Se enfatiza la protección de los niños en línea sin recurrir a verificaciones de edad perjudiciales, que podrían comprometer los derechos de todos los usuarios. Asimismo, se destaca la urgencia de proteger la comunicación segura, encriptada y privada; resistir la vigilancia omnipresente; y oponerse a nuevos mandatos de retención de datos, asegurando una aplicación de la Ley de IA que respete los derechos humanos.
Estas propuestas forman parte de una visión más amplia en la que la UE puede establecer un liderazgo tecnológico, creando un precedente global para la protección de los derechos de los usuarios en un entorno digital en rápida transformación.