Este miércoles, Francia fue escenario de protestas bajo la consignia «Bloqueemos todo», que aunque no paralizaron al país, dejaron ver el descontento ciudadano en ciudades como París, Marsella y Toulouse. La policía detuvo a 473 personas y reportó 813 actos de bloqueo o manifestaciones espontáneas. En París, las detenciones superaron las 200, mientras que las luchas se centraron en puntos clave como la Plaza de la República y Plaza de Châtelet. A nivel nacional, 175,000 personas fueron movilizadas, en una jornada caracterizada por la dispersión de protestas y bloqueos imprevistos. El ministro del Interior señaló un «clima de insurrección» e hizo énfasis en la presencia de 80,000 agentes desplegados para mantener el orden. La jornada se originó en las redes sociales en respuesta a los recortes presupuestarios presentados por el ex primer ministro François Bayrou, y ha sido respaldada por sindicatos y partidos de izquierda en oposición al presidente Emmanuel Macron.
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