En un giro inesperado de la guerra civil siria, que había estado en relativa calma por cuatro años, los rebeldes sirios han lanzado una ofensiva exitosa denominada «Disuadir la agresión», arrebatando el control de Alepo al régimen de Bashar Asad. Liderados por Hayat Tahrir al Sham (HTS), junto a otras organizaciones rebeldes islamistas y nacionalistas, han llevado el conflicto a las puertas de Hama, desafiando a los aliados de Asad, Irán y Rusia. La acción, que pone en entredicho la reciente rehabilitación internacional del régimen, ha sido impulsada por el lanzamiento de misiles ‘Qaysar’, equivalentes a camiones bomba, en una operación relámpago que Turquía observó con recelo. Mientras, el Ejército Nacional Sirio, sin participar oficialmente en la ofensiva de Idlib, ha actuado paralelamente contra fuerzas kurdas y del régimen, capturando Tel Rifaat y el aeropuerto militar en Alepo, en lo que parece ser un resurgimiento coordinado de las fuerzas opositoras.
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