Gádor ha regresado a Jerusalén con su emblemática Representación Viviente de la Pasión de Cristo, un evento que cuenta con el apoyo decidido de la Diputación de Almería y del Ayuntamiento de Gádor. Este sábado, a partir de las 21 horas, tanto los visitantes como los habitantes del municipio han podido sumergirse en una experiencia única que evoca los momentos finales de la vida de Jesucristo.
La ceremonia comenzó con la cálida bienvenida de los vicepresidentes de la Diputación, Almudena Morales y Eugenio Gonzálvez, junto a la alcaldesa Lourdes Ramos. Esta edición, que forma parte de una tradición que se ha mantenido durante más de 80 años, ha introducido más de 22 escenas nuevas que han enriquecido el recorrido y el contenido, mejorando notablemente la experiencia de los espectadores.
Lourdes Ramos expresó su profundo agradecimiento a los voluntarios que hicieron posible esta representación, destacando su dedicación y entrega. «Lo que vivimos no fue solo una puesta en escena, sino un auténtico acto de fe compartido», comentó la alcaldesa, resaltando también la labor de quienes trabajaron tras bambalinas, desde el equipo técnico hasta aquellos encargados de la logística.
Almudena Morales, por su parte, enfatizó la importancia de esta representación, no solo como una expresión de fe y tradición, sino también como un símbolo de identidad y cultura para la provincia de Almería. Destacó el impacto positivo que el evento genera en el ámbito turístico y económico, atrayendo a numerosos visitantes motivados por la devoción y la curiosidad hacia esta experiencia.
La representación, que ha contado con la participación de más de un centenar de vecinos que se han convertido en actores y actrices, ha recorrido lugares emblemáticos del municipio, como la Plaza del Ayuntamiento y la Plaza de la Ermita. Este año, la Pasión de Cristo no solo se destacó por su valor cultural y religioso, sino que también reafirmó su posición como un atractivo turístico de gran relevancia para la región.
Así, Gádor se ha transformado nuevamente en un escenario de fe, tradición y participación colectiva, recordando la capacidad de la comunidad para unirse y crear momentos verdaderamente memorables. La devoción, el esfuerzo y el compromiso de todos los involucrados han hecho posible que la representación brille con fuerza, reafirmando su lugar en el corazón de quienes la han vivido.
Fuente: Diputación de Almería.