Las altas temperaturas en la Península intensifican los incendios forestales. En Galicia, el fuego en A Cañiza, Pontevedra, ya está controlado, tras haber provocado el confinamiento de siete localidades. Sin embargo, los incendios en Vilardevós, Orense, y en Ponteceso, A Coruña, siguen activos, con la Unidad Militar de Emergencias y varios medios terrestres y aéreos trabajando para su extinción. En Granada, un incendio se originó en Cádiar, movilizando numerosos recursos de extinción. En Benquerencia de la Serena, Badajoz, la alerta por incendio fue desactivada tras intervención efectiva. En Valencia, el incendio en Riba-roja ya está extinguido, mientras que en el Alt Empordà, Girona, hay alerta por peligro elevado de nuevos fuegos. La situación es crítica en varias regiones, con miles de hectáreas afectadas.
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