El caso Koldo en Andalucía ha destapado una serie de maniobras políticas y presuntas irregularidades que afectan de lleno a la cúpula del PSOE, con conexiones directas en la comunidad andaluza. En el epicentro del escándalo se encuentra Ana María Fuentes, actual gerente del partido, quien fue designada por Pedro Sánchez y aparece en informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por su supuesta implicación en la gestión de cobros irregulares.
La relevancia del caso ha aumentado tras revelarse que Fuentes otorgó poderes al bufete Constitución 23 para actuar judicialmente contra el Gobierno andaluz por supuestos fraccionamientos de contratos sanitarios. Este movimiento, ejecutado en abril de 2025, precedió al estallido público del escándalo que envuelve a figuras como el exministro José Luis Ábalos y Santos Cerdán, ex número tres de Ferraz, en una presunta trama de comisiones por adjudicaciones públicas.
El bufete que representa al PSOE en Andalucía también defiende a los 30 diputados autonómicos socialistas en otras causas relacionadas con el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Cabe destacar que una de las abogadas del despacho es hija de Juan Espadas, exlíder del PSOE andaluz, lo que añade un matiz político y personal al entramado.
Ana María Fuentes ha sido una figura clave dentro del partido desde su nombramiento en 2021, aunque su vinculación a controversias previas la ha puesto en el foco. Se le vincula a subvenciones por más de 209.000 euros concedidas en 2006 y 2007 a la autoescuela de su marido por el entonces Gobierno socialista andaluz, en el contexto del escándalo de los cursos de formación.
El caso Koldo también la sitúa nuevamente en el centro de la polémica. La UCO ha recogido conversaciones del exasesor Koldo García, donde menciona una supuesta petición de «el impuesto» desde la Gerencia del PSOE. Se menciona la intención de Fuentes de contactar a Javier Herrero, director general de Carreteras, para solicitar una aportación económica. Estas comunicaciones, ahora en manos del Tribunal Supremo, alimentan las sospechas sobre una posible financiación ilegal del PSOE. Aunque la defensa del partido sostiene que se trataba de una donación ordinaria, el contexto de las conversaciones genera dudas sobre esa declaración.
El contexto en el que se desarrolla el caso convierte a la ofensiva del PSOE contra el gobierno autonómico en un arma de doble filo. Mientras intenta acorralar al Ejecutivo, la figura de Ana Fuentes y sus antecedentes ensombrecen la legitimidad de la estrategia. Algunos interpretan esta movida como una distracción ante el escándalo que sacude al propio partido.
La reacción política no se ha hecho esperar. Antonio Sanz, vicesecretario de Coordinación Institucional del PP de Andalucía, ha exigido la dimisión de María Jesús Montero, actual secretaria general del PSOE-A. Sanz cuestionó su responsabilidad en la designación de figuras como Santos Cerdán y Ana Fuentes, enfatizando en el Parlamento andaluz que «no hay provincia que se salve de mordidas, presuntamente de los dirigentes del PSOE».
Mientras tanto, Pedro Sánchez ha optado por una postura de resistencia desde Ferraz. Se niega a convocar elecciones anticipadas y ha conformado una dirección interina en la que, paradójicamente, Ana Fuentes mantiene un papel destacado, a pesar de su mención en el informe de la UCO.
El caso Koldo no solo pone en entredicho la integridad de las estructuras del PSOE, sino que también amenaza con socavar la credibilidad de sus acusaciones contra el PP andaluz. Las conexiones personales, el uso de recursos judiciales y la permanencia de figuras bajo sospecha evidencian una crisis de liderazgo y transparencia en el partido.
El próximo Comité Federal del PSOE, programado para el 5 de julio, se perfila como un momento clave. Aunque se esperaba que se celebrara en Sevilla, ha sido trasladado a Madrid por las implicaciones del caso Koldo y el desgaste significativo que enfrenta la secretaria general, María Jesús Montero. Diversas voces internas ya han pedido un congreso extraordinario y una auditoría real, aumentando el temor a que la marca del partido quede irremediablemente dañada.
Fuente: Partido Popular Andalucía