Gibraltar, el enclave británico situado en el extremo sur de Europa, se prepara para una transformación sin precedentes con la construcción de un macro campus de centros de datos de 250 MW por parte de la compañía Pelagos Data Centres. Este proyecto, el mayor jamás realizado en el territorio, se desarrollará en cinco fases y significará una inversión de 1.800 millones de libras esterlinas.
El complejo se levantará sobre una superficie de 20.000 metros cuadrados cerca del Puerto de Gibraltar, aprovechando la conectividad única del enclave. Se espera que la primera fase esté operativa para finales de 2027, con las siguientes completándose cada 18 meses. Innovador en su enfoque, el campus será independiente de la red eléctrica local y funcionará gracias a energías renovables y gas natural licuado, garantizando así su autonomía energética.
Este centro no será simplemente un complejo tecnológico, sino un hub europeo de inteligencia artificial, en un contexto donde Europa busca reducir su dependencia de las superpotencias tecnológicas. Con el respaldo del Gobierno de Gibraltar, este proyecto pretende diversificar la economía local y dinamizar el ecosistema tecnológico atrayendo talento y fomentando formación en ciberseguridad y análisis de datos.
Pese a ser un territorio pequeño, Gibraltar posee una ubicación geográfica privilegiada que busca aprovechar para transformarse en un nodo estratégico digital. Su capacidad crecerá significativamente respecto a los centros de datos actuales operados por Gibtelecom, Continent 8 y Gibfibre.
El proyecto de Pelagos no solo busca ser un ente tecnológico, sino que también apuesta por la sostenibilidad. Prevén reutilizar el calor residual para proyectos comunitarios de calefacción y agua caliente. Este enfoque se alinea con la tendencia global de crear centros de datos que sean sostenibles y socialmente integrados.
El anuncio de este megaproyecto llega en un momento en que la demanda de centros de datos crece exponencialmente a nivel mundial, con ciudades como Dublín y Ámsterdam ya enfrentando restricciones debido a problemas de capacidad y sostenibilidad. Gibraltar busca posicionarse como una alternativa estratégica en el Mediterráneo aprovechando su régimen fiscal y situación geográfica.
Sin embargo, el proyecto enfrenta desafíos. La necesidad de garantizar estabilidad energética sin depender de la red local, el suministro eficiente de agua para su refrigeración y lograr la aceptación social son algunos de los retos que deberá superar. Además, la competencia internacional con gigantes tecnológicos representa un desafío adicional.
En última instancia, este ambicioso proyecto busca transformar Gibraltar de un enclave turístico y financiero a un referente en infraestructura digital a nivel europeo, demostrando que incluso los territorios pequeños pueden jugar un papel crucial en la economía global del mañana.