El Gobierno vasco ha dado un paso significativo en su compromiso hacia la sostenibilidad financiera con la reciente emisión de bonos sostenibles por un valor de 700 millones de euros. Estos bonos han sido formalmente admitidos para su negociación en la Bolsa de Bilbao, reflejando un firme compromiso con los principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Esta es la novena vez que Euskadi lanza una iniciativa de este tipo desde mayo de 2018, acumulando un total de 5.700 millones de euros en emisiones de deuda bajo estos criterios sostenibles.
La respuesta del mercado a esta nueva emisión ha sido excepcional, con una sobredemanda que ha alcanzado ocho veces la oferta inicial. Este entusiasmo no solo pone de manifiesto la solidez del compromiso del Gobierno vasco, sino que también indica un creciente interés y prioridad hacia las inversiones sostenibles y responsables en el ámbito económico global. Este contexto es un reflejo claro de las tendencias económicas actuales, donde la inversión en activos ESG se ha vuelto fundamental.
La operación ha contado con la participación de importantes entidades financieras, incluyendo a BBVA, Banco Santander, Caixabank, Credit Agricole, HSBC, ING y Kutxabank Investment, siendo esta última la coordinadora global de la emisión. Cabe destacar que el 69% de los bonos han sido adquiridos por inversores internacionales, lo que resalta la relevancia y confianza que tienen los activos ESG en los mercados financieros a nivel global.
Por otro lado, datos proporcionados por Bolsas y Mercados Españoles (BME) revelan que durante el año anterior se registraron un total de 65 emisiones de renta fija consideradas como verdes, sociales y sostenibles, alcanzando un volumen de 89.386 millones de euros. De este total, cerca de 9.300 millones correspondieron a emisores de origen español. A finales del año, había en circulación 227 emisiones de bonos y programas de pagarés en los mercados de renta fija gestionados por BME, lo que subraya el firme compromiso del sector financiero con la sostenibilidad y la responsabilidad social.
La intensa demanda y participación internacional que ha caracterizado a esta última emisión en Euskadi es un ejemplo del impulso creciente hacia las finanzas sostenibles en el actual panorama económico, estableciendo un estándar que cada vez más actores del sector buscan emular. En una época donde las acciones responsables y sostenibles se han convertido en demandas imperativas, el éxito de la emisión vasca destaca no solo como un logro financiero, sino también como un hito en la transición hacia una economía más verde y responsable.