El presidente ecuatoriano y candidato a la reelección, Daniel Noboa, ha decretado el estado de excepción durante 60 días en 12 provincias, incluida Quito, como medida ante el repunte de la violencia en el país. Este decreto, que incluye un toque de queda nocturno, es parte de un enfoque de militarización ante el aumento de homicidios, que han alcanzado una alarmante tasa de 38 por cada 100,000 habitantes y podrían situarse como la más alta del mundo si la tendencia continúa. La creciente violencia, alimentada por pandillas y el narcotráfico, se ha convertido en la principal inquietud de la ciudadanía, superando problemas económicos y de corrupción. Noboa se posiciona como el candidato de mano dura, mientras que su oponente, Luisa González, aboga por abordar las raíces del problema, incluyendo la pobreza y la desigualdad.
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