El controvertido eurodiputado polaco Grzegorz Michał Braun, conocido por sus posturas antisemitas y ultraderechistas, enfrenta críticas y posibles acciones legales tras negar públicamente el Holocausto y las cámaras de gas en Auschwitz-Birkenau. Con 1,2 millones de votos en las últimas elecciones presidenciales, Braun se ha convertido en una figura polarizadora en Polonia, donde su negacionismo es un delito. Diversas autoridades, incluido el gobierno y la Iglesia católica, han condenado sus declaraciones, mientras que el Museo de Auschwitz ha anunciado una demanda por difamación. A pesar de su historial de provocaciones y su reciente expulsión de la Confederación, sigue ganando adeptos entre sectores más conservadores y descontentos con la política mayoritaria. La Fiscalía ha abierto múltiples investigaciones y podría enfrentar hasta tres años de cárcel si es condenado por las nuevas acusaciones. La situación añade tensión al entorno político polaco, especialmente ante las próximas elecciones legislativas.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.
