Un estudio reciente ha revelado una inquietante realidad: los adolescentes de entre 13 y 17 años están siendo rastreados constantemente en Internet a través de identificadores conocidos como IDs de publicidad. Una vez que los menores cumplen 13 años, dejan de estar protegidos por la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Línea (COPPA, por sus siglas en inglés) y se convierten en objetivos de la recolección de datos por parte de corredores de datos. Estos corredores obtienen información de los jóvenes a través de aplicaciones de redes sociales, historial de compras y servicios de localización, para luego procesar y vender dicha información a terceros.
Los IDs de publicidad, que incluyen el ID de publicidad de Android (AAID) y el identificador de publicidad (IDFA) en iOS, permiten a los anunciantes realizar un seguimiento de dispositivos y actividades. Al cumplir 13 años y gestionar su propia cuenta de Google sin supervisión parental, los adolescentes reciben un ID de publicidad que puede ser utilizado para conectar su actividad en línea con campañas publicitarias dirigidas.
Expertos advierten que esta transición a la adolescencia conlleva una vulnerabilidad significativa, donde los jóvenes pasan de un entorno de supervisión parental a un sistema de publicidad invasiva. Este cambio no solo afecta su privacidad, sino que también les priva de protecciones cruciales durante una etapa formativa antes de llegar a la adultez.
Para combatir esta situación, se recomiendan varias medidas destinadas a proteger a los jóvenes del seguimiento en línea. Entre las acciones sugeridas, se incluye la eliminación de los IDs de publicidad de los dispositivos de los menores, así como la educación en las escuelas sobre la importancia de preservar la privacidad de los estudiantes. Además, se hace un llamado a abogar por la ampliación de las protecciones de privacidad para todas las edades.
Eliminar los IDs de publicidad es un proceso relativamente sencillo en dispositivos Android e iOS. En el caso de Android, los usuarios pueden acceder a la configuración del dispositivo y seguir una serie de pasos para eliminar de manera permanente su ID de publicidad. En iOS, Apple exige a las aplicaciones solicitar permiso antes de acceder al IDFA, permitiendo a los usuarios optar por no ser rastreados.
Este escenario subraya la necesidad urgente de extender las protecciones de privacidad para adolescentes y garantizar que, a medida que crecen en un entorno digital, cuenten con las herramientas necesarias para gestionar su propia información personal con seguridad.
Fuente: EFF.org