La limpieza del filtro de la lavadora es fundamental para asegurar el funcionamiento eficiente de este electrodoméstico y prolongar su vida útil, según recomiendan expertos en el área. Con el tiempo, el filtro puede acumular pelusas, monedas, botones y otros elementos que afectan su rendimiento. A pesar de esto, muchos usuarios no están al tanto de la frecuencia adecuada para realizar esta tarea, ni de los pasos necesarios para llevarla a cabo correctamente.
Los especialistas sugieren que se debe limpiar el filtro al menos una vez al mes. En hogares donde se lavan prendas muy sucias con regularidad o se utilizan ciclos de lavado breves, es aconsejable realizar la limpieza con mayor frecuencia. La falta de atención a esta tarea puede provocar desagües obstruidos, malos olores e incluso daños severos en la lavadora.
El proceso para limpiar el filtro comienza con la desconexión de la lavadora de la corriente eléctrica y el cierre de la llave de paso del agua. El filtro suele encontrarse en la parte frontal inferior del aparato, escondido tras una pequeña tapa. Al abrirla, es recomendable colocar un recipiente o toalla en el suelo para recoger el agua residual que pueda caer.
Después de retirar el filtro, se debe inspeccionar en busca de residuos. Utilizar agua caliente y un cepillo de dientes viejo es una forma efectiva de eliminar cualquier obstrucción. Asegurarse de que el filtro esté completamente seco antes de reinstalarlo es crucial.
Mantener el filtro limpio no solo optimiza el rendimiento de la lavadora, sino que también previene problemas mayores como filtraciones o fallos mecánicos. Con una atención regular y siguiendo estos sencillos pasos de mantenimiento, los usuarios pueden disfrutar de una lavadora que funcione eficientemente durante años.
