En 2018, la Policía alemana halló un disco duro y otros objetos potencialmente claves para esclarecer la desaparición de Madeleine McCann, según The Sun. El descubrimiento, en una fábrica abandonada de Christian Brueckner, principal sospechoso, incluyó ropa y juguetes de niños, máscaras, productos químicos y armas. El material digital encontrado contenía imágenes y documentos sobre la obsesión del sospechoso con los niños, incluyendo relatos sobre abuso infantil. Además, se incautaron chats comprometores en un ordenador portátil. Las autoridades manejan con discreción las pruebas, que refuerzan la teoría de que McCann no sobrevivió. El caso sigue sin resolverse.
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