El grupo islamista Hamás ha aceptado un alto el fuego en la Franja de Gaza propuesto por mediadores egipcios y qataríes, mientras espera la respuesta de Israel. El acuerdo contempla la liberación de 25 rehenes por Hamás y la retirada de tropas israelíes de ciertas áreas, además de un alto el fuego de 60 días a cambio de la liberación de rehenes israelíes y permitir el paso de ayuda humanitaria. Sin embargo, el gobierno israelí muestra división: el ministro de Defensa sugiere que las negociaciones son producto de la presión militar, mientras que algunos ministros ultraderechistas rechazan el alto el fuego. Paralelamente, una masiva manifestación en Israel demanda una tregua para garantizar la liberación de los rehenes, mientras las tensiones internas en el gobierno de Netanyahu persisten.
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