El juez Michael Jesic ha reducido la condena de los hermanos Menéndez a 50 años de prisión, permitiéndoles optar a libertad condicional tras 35 años encarcelados. Cometieron el asesinato de sus padres en 1989 y han mostrado arrepentimiento, afirmando su responsabilidad en el crimen. La nueva sentencia contraviene las recomendaciones del fiscal Nathan Hochman, quien sostiene que los Menéndez han mentido sobre aspectos cruciales del caso. La posibilidad de su liberación también depende de la aprobación de una junta en California, liderada por el gobernador Gavin Newsom, quien podría bloquear la salida. El caso ha resurgido debido a recientes producciones mediáticas y enfrenta un escenario político complejo entre Hochman y Newsom.
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