La justicia guatemalteca ha permitido al periodista José Rubén Zamora cumplir arresto domiciliario tras pasar más de 800 días en prisión, un avance que sus familiares y abogados consideran incompleto en su batalla legal. Apoyado por Reporteros Sin Fronteras y el bufete Doughty Street Chambers, su familia sigue presionando al gobierno de Guatemala, ahora bajo la presidencia de Bernardo Arévalo, para resolver la situación que consideran una injusticia. Zamora fue detenido en 2022 tras presiones del expresidente Giammattei y la fiscal general Consuelo Porras, acusándosele de delitos que han sido calificados como fabricados. El caso de Zamora es emblemático de la presión contra la prensa en Guatemala, que alcanzó su punto álgido con el cierre de su diario, elPeriódico. En medio de un complejo entramado judicial, la familia del periodista busca un acuerdo amistoso con el gobierno, mientras que organismos internacionales exigen respuestas por el trato recibido por Zamora, cuya prisión domiciliaria puede diluir la atención sobre su caso.
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