La capa tupinambá, pieza icónica elaborada con plumas de ibis escarlata en el siglo XVII, regresa a Brasil tras tres siglos en el Museo Nacional de Dinamarca. Aclamada por su arrolladora belleza y su sofisticación técnica, la capa fue recibida con honores en una emotiva ceremonia presidida por Luiz Inácio Lula da Silva. Considerada un símbolo potente de la cultura tupinambá, esta pieza se instalará en el Museo Nacional de Río de Janeiro, que reconstruye su colección tras el devastador incendio de 2018. El retorno, gestado por una comitiva tupinambá y negociaciones diplomáticas, subraya la importancia cultural y espiritual de la capa, vista por su pueblo no como un simple objeto, sino como un ancestral portador de su memoria. La controversia sobre su ubicación futura persiste, con Lula apoyando su retorno a Bahía, mientras se salta una polémica por su mejor resguardo en condiciones climáticas adecuadas. Este gesto de restitución marca un hito y abre puertas a futuras colaboraciones culturales.
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