El Gobierno de Hungría, liderado por el ultranacionalista Viktor Orbán, ha anunciado su retirada de la Corte Penal Internacional (CPI) tras recibir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se enfrenta a una orden de arresto por crímenes de guerra en Gaza. Orbán defendió su decisión al considerar que la CPI no tiene autoridad para acusar a Netanyahu, aliado cercano, de tales crímenes, y calificó la orden de arresto como «descarada». Esta postura ha sido criticada por la CPI y la Unión Europea, que demandan la cooperación de Hungría con el tribunal. Durante su visita, Netanyahu discutirá temas bilaterales y un controvertido plan de desarrollo en Gaza impulsado por Donald Trump. Por su parte, Amnistía Internacional ha instado a Hungría a cumplir con sus obligaciones como estado miembro de la CPI y arrestar al líder israelí.
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