El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), organismo bajo la tutela de la Consejería de Cultura y Deporte, ha culminado la restauración de la emblemática escultura del Cristo de la Misericordia, una pieza crucial para la Cofradía del Silencio de Granada, creada por el renombrado escultor José de Mora en 1688. La presentación de los resultados de esta intervención tuvo lugar en un acto que contó con la presencia de varias autoridades destacadas, como la viceconsejera de Cultura y Deporte, Macarena O’Neill; la secretaria general de Patrimonio Histórico, Mar Sánchez Estrella; el delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Granada, Fernando Egea; el director general del IAPH, Juan José Primo, y el hermano mayor de la cofradía, Enrique Dabán.
El meticuloso trabajo de restauración fue realizado por el equipo técnico del IAPH durante un periodo de cuatro meses. Permitió solucionar los problemas más críticos de la escultura, que estaba en riesgo de perder su policromía. El proceso incluyó la fijación de los estratos polícromos en áreas propensas a desprendimientos y una limpieza exhaustiva de la superficie.
Macarena O’Neill, en su intervención, agradeció a la Hermandad del Silencio por su confianza en el IAPH para restaurar «una obra de arte barroca excepcional», única en su tipo del artista José de Mora, famoso por ser uno de los más místicos escultores granadinos. O’Neill resaltó la oportunidad que el Instituto ofrece a los ciudadanos al exhibir la obra restaurada durante tres días en la sala del Claustro de Legos.
Los especialistas del IAPH explicaron que las alteraciones en la escultura, causadas por el tiempo y las condiciones atmosféricas de la capilla de la parroquia granadina de San José, han sido corregidas, permitiendo que la talla recupere su antiguo esplendor justo en el marco del centenario de la Hermandad del Silencio.
La imagen del Crucificado del Silencio, propiedad de la Archidiócesis de Granada, es una obra de madera policromada que también ha servido para profundizar en su técnica y configuración, especialmente en el sudario, revelando variaciones en su composición y acabado.
José de Mora, con esta talla, logró una notable contribución a la escultura barroca española, presentando un Crucificado con un estilo personal que integra elementos de la obra de Alonso Cano, combinando emoción, clasicismo y delicadeza formal en una pieza devocional de gran riqueza anatómica.
Originalmente concebida para presidir una capilla funeraria, la obra ganó rápidamente popularidad, convirtiéndose en objeto de estudio y admiración. Su función procesional, que tiene lugar cada madrugada del Viernes Santo, fue incorporada en el siglo XX.
La restauración del Cristo de la Misericordia ha sido posible gracias al apoyo financiero de la Fundación Unicaja, Industrias Cuerva y la Clínica Dental de Orbe, quienes han colaborado con la Cofradía del Silencio en este importante proyecto.
Los interesados en conocer de cerca los resultados de esta restauración podrán visitar la exposición en el Claustro de Legos del Monasterio de la Cartuja de Sevilla, del 11 al 13 de febrero, en horarios de 10 a 13 y de 17 a 20 horas.
Fuente: Junta de Andalucía.