Las formaciones políticas catalanas han alcanzado un acuerdo llamado Pacte Per la Llengua, centrado en la promoción y protección del idioma catalán. Sin embargo, Junts y la CUP han decidido no participar debido a desacuerdos con el posicionamiento de los socialistas. Este pacto busca fortalecer el uso del catalán en diversos ámbitos, pero las diferencias políticas han impedido la unanimidad entre los partidos regionales.
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