Un estudio internacional ha revelado que uno de cada cuatro diagnósticos de cáncer de pulmón afecta a personas que nunca han fumado, siendo la contaminación atmosférica un posible desencadenante clave. La investigación, publicada en la revista Nature, ha identificado que el aire contaminado puede alterar el ADN, provocando mutaciones que podrían derivar en cáncer. Este hallazgo, liderado por investigadores de Estados Unidos y España, confirma la relación directa entre las mutaciones genéticas provocadas por contaminantes y el desarrollo del cáncer en no fumadores. En regiones de Asia, especialmente, los casos están en aumento, lo que representa un problema de salud pública creciente. El estudio también señala la presencia del ácido aristolóquico como riesgo, y revela una firma mutacional desconocida en no fumadores. La investigación planea expandirse a nuevas regiones para identificar otros riesgos ambientales.
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