Israel ha lanzado varios ataques contra infraestructuras energéticas clave de Irán, incluyendo un almacenamiento de petróleo, un campo de gas y el puerto de Bandar Abbas, provocando incendios y numerosos daños. En un cambio de enfoque, Israel ha dirigido su atención de Gaza a Irán, destacando la amenaza percibida de Teherán, que financia a grupos como Hezbolá y los hutíes. Los recientes ataques tienen como objetivo diezmar el programa nuclear iraní. Las tensiones han escalado, con más de 80 muertos en Irán y cinco en Israel. Líderes como Donald Trump y Vladímir Putin buscan evitar una guerra, mientras el Reino Unido se esfuerza por encontrar una solución diplomática junto a Arabia Saudí. Las instalaciones estratégicas en Irán siguen siendo críticas para el suministro energético del país.
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