En medio de un intenso debate sobre la reducción de la jornada laboral, los ministerios de Trabajo y Economía de España se encuentran en desacuerdo respecto al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) proyectado para 2025. Esta disputa refleja no solo divergencias en materia económica, sino también en las implicaciones sociales y laborales que conllevaría ajustar el SMI. Mientras que el Ministerio de Trabajo aboga por un incremento significativo para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, el Ministerio de Economía advierte sobre posibles consecuencias negativas para el empleo y la competitividad empresarial. En un contexto de cambio laboral, estos choques entre ministerios ponen de relieve las distintas prioridades del Gobierno frente a la transformación del mercado de trabajo.
Leer noticia completa en El Mundo.
