Las principales potencias europeas, Reino Unido, Francia y Alemania, han unido esfuerzos para detener la ofensiva israelí en Gaza, exigiendo el fin de la «catástrofe humanitaria». Este posicionamiento contrasta con el de EE.UU. e Israel, quienes justifican la invasión a pesar de la creciente presión internacional. Más de 59.000 palestinos han muerto desde octubre de 2023, y la situación crítica en Gaza, donde la hambruna y las condiciones de vida son insostenibles, ha movilizado a líderes europeos para pedir un alto el fuego. Francia planea reconocer al Estado palestino, y con el respaldo de Alemania y Reino Unido, urge a Israel a permitir el flujo de ayuda humanitaria. Mientras, las negociaciones para una tregua han fracasado, y las Naciones Unidas mantienen camiones de ayuda listos, esperando el fin del bloqueo. António Guterres, secretario general de la ONU, ha expresado su decepción, refiriéndose a la crisis no solo como humanitaria, sino también «moral».
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